Ballena gris
La ballena gris (Eschrichtius robustus) es una especie de cetáceo misticeto de la familia Eschrichtiidae de tamaño medio que en la actualidad sólo habita la zona norte del océano Pacífico.Es uno de los mamíferos que realiza una de las migraciones más largas, pues se desplaza desde las bahías del norte de México, donde la hembra pare a su cría en invierno, hasta el norte del mar de Bering, donde se alimenta en verano. Era abundante también en el océano Atlántico norte y en las aguas situadas entre Japón y la península rusa de Kamchatka, pero fue cazada hasta llegar a extinguirse en el océano Atlántico norte y casi llegó también a desaparecer en el océano Pacífico occidental
Alimentación
Las ballenas grises se alimentan de invertebrados que viven en los fondos de fango del mar de Bering. Remueven el fango con su hocico y lo absorben junto con el alimento; a continuación expulsan el agua lodosa empujando la lengua contra las barbas o ballenas de la boca. Éstas dan nombre al animal y consisten en unas láminas cortas, erizadas y de color amarillo que cuelgan del borde de la mandíbula superior; están situadas en el lugar donde estarían emplazados los dientes en otros mamíferos y actúan como un colador. Tras una inmersión para atrapar alimento, las ballenas expulsan cantidades enormes de lodo y de partículas alimenticias, y de esta forma las aves marinas resultan beneficiadas, pues se alimentan de invertebrados del fondo llevados a la superficie por las ballenas.
Distribución
Dos poblaciones del océano Pacífico existen:
- Una población pequeña que viaja entre el mar de Ojotsk y Corea meridional.
- Otra más grande que viaja entre las aguas de Alaska y la Baja California Sur.
- Y hubo una segunda especie en el Atlántico Norte (Eschrichtius globossus), cuya población fue exterminada hace 300 años.
Migraciones de la Ballena Gris
La migración de la ballena gris es la más larga efectuada por cualquier mamífero y es uno de los acontecimientos naturales más impresionantes del mundo actual. La travesía empieza a finales de octubre y se hace en grupos organizados que salen del Océano Ártico, al norte y oeste del Mar de Bering, el Mar de Chukchi y el oeste del Mar de Beaufort; corre paralelamente a la costa oeste de Estados Unidos y concluye en las lagunas de Baja California. A estas ballenas les toma entre 5 y 8 semanas el llegar a las lagunas de San Ignacio, Ojo de Liebre y a Bahía Magdalena, que han usado desde tiempos inmemoriales para su procreación y crianza.
Estas lagunas son las preferidas para la reproducción, pues en sus tibias y someras aguas se lleva a cabo la cópula de estos gigantes marinos. Las hembras preñadas el año anterior, viajan solitarias a lo profundo de las lagunas para dar a luz y alimentar a sus crías. En ellas permanecen desde mediados de diciembre hasta finales de abril, aunque machos adultos y hembras sin cría comienzan su retorno a las ricas aguas polares hacia fines de febrero. El misterio de este recorrido, que comprende una ruta fija de aproximadamente 12,000 Km., tres meses de travesía, y una extraordinaria puntualidad en su arribo, es tema de estudio por parte de los científicos de todo el mundo.
Reproducción
Alcanzan su madurez sexual a los ocho o nueve años. El apareamiento se confina principalmente a las lagunas de crianza (Laguna Ojo de Liebre, Laguna San Ignacio y Bahía Magdalena en el Estado de Baja California Sur, México) aunque a veces ocurre durante el viaje de migración. La hembra sólo da a luz una sola vez cada dos años, generalmente a una sola cría, después de un período de 12 a 13 meses de gestación. La mayoría de las ballenas grises crían en las lagunas de Baja California y, como todos los cetáceos, las crías nacen en el agua y son capaces de nadar inmediatamente. Los bebés dependen de una dieta de leche por lo menos durante seis meses. Se destetan al siguiente verano después de siete a ocho meses, aunque las ballenas juveniles a menudo se quedan con sus madres durante uno o dos años más. Los machos pueden aparearse con varias hembras y no parece que desempeñen ningún papel en el cuidado de las crías. En la copula de las ballenas grises comunmente intervienen mas de tres ballenas.
Estado de conservación y población actual
Hace sólo 150 años, las ballenas grises eran tan abundantes que era peligroso navegar en las aguas frente a California y Baja California durante su época de migración. Sin embargo, después de muchos años de caza, la población de la ballena gris llegó a estar en peligro de extinción hasta que el gobierno mexicano prohibió la caza de ballenas en las lagunas. La política de protección de la ballena gris en México se basa en el hecho de que, a diferencia de lo que ocurre en otros países, en México no existen cuotas de cacería de ballena. México no es una nación que cace ballenas; al contrario, a lo largo de las últimas décadas ha colaborado activamente con una política de fomento a su reproducción.
Gracias a la protección que recibe la ballena gris por parte de varios países, entre los cuales México fue pionero al salvaguardar las lagunas de reproducción, la población se ha recuperado notablemente a su tamaño original. Durante la temporada de 1967-68 hubo una población estimada en 12 mil 921 ejemplares, mientras que para 1997-98 ya se había incrementado a 26 mil ballenas. En 30 años, la población creció más del doble.
Las evidencias científicas indican que ha habido una franca recuperación de la población de la ballena gris. Sin embargo, esta especie es de hábitos costeros y es susceptible a impactos potenciales causados por actividades humanas. En sus áreas de alimentación, y durante su migración hacia el sur a lo largo de la costa de Norteamérica, estas ballenas se acercan a zonas de explotación y exploración de petróleo y gas, así como rutas de intenso tránsito marítimo comercial, áreas de ejercicios militares, de contaminación por desechos de grandes ciudades o de actividades turísticas.
Afortunadamente para los amantes de la naturaleza, las costas de Baja California Sur están menos desarrolladas, por lo tanto, varios de los factores de riesgo que enfrentan en su ruta migratoria las ballenas grises, no son motivo de preocupación en aguas mexicanas, sino todo lo contrario, nos posiciona como el lugar y el anfitrión perfecto para observar estos maravillosos mamíferos marinos.
Es por eso que de diciembre a abril, con un pico de abundancia a mediados de febrero, en la Laguna de San Ignacio, así como en otras lagunas de Baja California, existen operadores que te pueden llevar a una fantástica expedición para observar ballenas, aunque hay excursiones prácticamente desde cualquier punto de la Costa de Baja California. Tener la oportunidad de observar a estos gigantescos animales de cerca, es una experiencia única que no se debe perder.
No hay comentarios:
Publicar un comentario